Cómo cuidar tus perlas para que duren una vida entera
Introducción
Las perlas han sido y siguen siendo una de las joyas más elegantes y sofisticadas que existen en el mundo. Desde la antigüedad, se les ha conocido como un símbolo de riqueza y poder, y su presencia ha sido muy valorada en los círculos aristocráticos y de la realeza.
Pero a diferencia de otras piedras preciosas, las perlas son orgánicas y vivas, lo que las hace más sensibles y delicadas. Por esta razón, es fundamental saber cómo cuidarlas correctamente para que duren una vida entera.
En este artículo, te enseñamos cómo cuidar tus perlas de manera adecuada, para que siempre luzcan su belleza y brillo natural.
¿Qué son las perlas?
Las perlas son gemas orgánicas de origen marino, creadas por moluscos, especialmente por las ostras. Estas piedras preciosas son el resultado de una reacción química producida cuando un cuerpo extraño, como un grano de arena o un parásito, se introduce en el interior de la ostra.
A medida que el cuerpo extraño se va cubriendo de capas de nácar, se forma una esfera dura y brillante, que conocemos como perla.
Debido a su origen natural, cada perla es única y tiene características únicas de forma, color y brillo.
Tipos de perlas
Existen diferentes variedades de perlas, clasificadas según el animal que las produce, su tamaño, forma, color y brillo. A continuación, te mencionamos los tipos principales:
Perlas de agua dulce
Producidas por mejillones de agua dulce, estas perlas son abundantes y asequibles, por lo que son las más comunes en el mercado. Se caracterizan por tener una variedad de colores y formas, lo que las hace muy versátiles para la creación de joyas.
Perlas Akoya
Estas perlas son producidas por ostras japonesas y son las más clásicas y valoradas por su elegancia y brillo intenso. Se caracterizan por tener un tamaño reducido, entre 6 y 9 mm, y ser de forma redonda u ovalada.
Perlas Tahitianas
Procedentes del Pacífico Sur, estas perlas son las más grandes y caras del mercado, con tamaños que van de los 8 a los 16 mm y colores que van del negro al gris, pasando por el verde, azul y morado. Se valoran por su tamaño, brillo y rareza.
Perlas del mar del Sur
Estas perlas son producidas por ostras australianas y son conocidas por sus tamaños inusualmente grandes, que van de los 9 a los 20 mm. Se caracterizan por tener una superficie brillante y nácar espeso, que les confiere un brillo intenso.
Cómo cuidar tus perlas
Las perlas pueden ser muy delicadas y sensibles, por lo que requieren de cuidados especiales para mantener su belleza y brillo natural. A continuación, te damos algunos consejos para cuidar tus perlas:
Evita el contacto con productos químicos
Las perlas son muy sensibles a los productos químicos, como perfumes, cremas, lociones y maquillaje. Estos productos pueden absorberse en la superficie de la perla y dañar su brillo y color. Por esta razón, es recomendable aplicar cualquier producto químico antes de poner tus joyas de perla.
Limpia tus perlas regularmente
Para mantener tus perlas en buen estado, es importante limpiarlas regularmente con un paño suave y húmedo para quitar cualquier acumulación de suciedad o grasa. Evita frotarlas con fuerza o sumergirlas en agua, ya que esto podría dañar su superficie.
Almacena tus perlas correctamente
Las perlas deben mantenerse en un lugar seco y fresco, lejos de la luz directa del sol y la humedad. Para protegerlas de rayones, guárdalas por separado en un estuche suave o en una bolsa de tela.
Usa tus perlas regularmente
Aunque las perlas pueden ser muy delicadas, no es recomendable dejarlas guardadas en un joyero durante mucho tiempo sin usarlas. Al igual que la piel, las perlas necesitan respirar y absorber la humedad del ambiente para mantenerse en buen estado. Por esta razón, es recomendable usar tus joyas de perla con frecuencia.
Revísalas periódicamente
Es conveniente revisar tus perlas periódicamente para detectar cualquier signo de daño, como grietas, roturas o decoloraciones. Si notas algún problema, acude a un joyero profesional para que las repare.
Conclusión
Las perlas son una de las joyas más elegantes y sofisticadas que existen, pero también son muy delicadas y sensibles. Por esta razón, es fundamental saber cómo cuidarlas correctamente para que duren una vida entera.
Siguiendo estos sencillos consejos de limpieza y almacenamiento, podrás mantener tus perlas en buen estado y disfrutar de su belleza y brillo natural durante muchos años. Además, no olvides revisarlas periódicamente y acudir a un joyero profesional en caso de encontrar algún problema.
Recapitulación de consejos
- Evita el contacto con productos químicos.
- Limpia tus perlas regularmente con un paño suave y húmedo.
- Almacena tus perlas en un lugar seco y fresco, lejos de la luz directa del sol y la humedad.
- Usa tus perlas regularmente para que no se dañen por falta de uso.
- Revísalas periódicamente para detectar cualquier signo de daño.